En la provincia de Misiones, Diego Armando Silveira, un joven dirigente del Sindicato de Trabajadores del Mercado Central, fue detenido junto a otros dos compañeros en noviembre de 2013, en el marco de un conflicto provocado por el incumplimiento del empleador de las condiciones de trabajo pactadas en los acuerdos con el sindicato.
Con el objetivo de reprimir a la lucha gremial llevada adelante por la organización sindical, los trabajadores fueron detenidos y brutalmente golpeados por la policía de la Unidad Regional X.
A partir de ello se presentó una denuncia por ‘apremios ilegales’ (tortura) contra los funcionarios policiales de la comisaría, aunque jamás avanzó.
Bajo la “acusación” de tentativa de homicidio, basada en la dudosa denuncia de una persona que describió a su supuesto agresor con características físicas similares a la de Silveira, el dirigente fue detenido y llevado a la Comisaría donde permaneció detenido y sufrió apremios ilegales.