Una huelga de la Liga de Obreros Marítimos del Paraguay (LOMP), organizada en Asunción el 12 de noviembre 2014, con el cierre del Río Paraguay a la altura del puerto Caacupemí, de Zeballos Cué, fue duramente reprimida por la Prefectura Naval.
Mientras los estibadores se manifestaban en botes pequeños impidiendo la salida de un buque a modo de protesta, las lanchas patrulleras y helicópteros de la Prefectura hostigaban a los manifestantes, provocando olas de grandes dimensiones para desestabilizar a los manifestantes provocando incluso que sus embarcaciones se estrellasen contra el barco amarrado.
La Prefectura detuvo a 12 de los trabajadores y los trasladó a la Fiscalía, donde se les imputan condenas de hasta seis años de prisión apelando al artículo 214 del Código Penal, aduciendo que la acción sindical habría puesto en peligro el ámbito acuático.
La LOMP ha intentado establecer una mesa tripartita de negociación con la partes durante el año, para debatir la reactivación del puerto de Asunción frente a la decisión unilateral del gobierno paraguayo de cierre, el reintegro de los estibadores despedidos en el puerto de San Francisco y la negociación del convenio, ante la negativa de las autoridades y de las empresas marítimas del Paraguay.
Se fijaron varias fechas para iniciar un diálogo social como forma de desencallar el conflicto, pero, a excepción de los sindicatos, las otras partes no acudieron a las negociaciones.