En febrero de 2013, el tribunal dictaminó que la acción de bloquear las puertas de la fábrica para garantizar que el azúcar no saliera de la planta no iba dirigida a afectar a la azucarera Goldeni, sino a proteger los derechos de los trabajadores. El Presidente del sindicato Vasilii Guleac, la Vicepresidenta Valentina Semeniuc y Anatolie Furtuna, Fiodor Svoevolin y Víctor Colibaba habían sido acusados de cometer delitos que podrían haber dado lugar a penas de prisión de entre 3 y 8 años.