Dos destacados líderes sindicales salieron de prisión en libertad condicional, en mayo de 2018, un año después de haber sido condenados en represalia por organizar una huelga en protesta contra la disolución de la Confederación de Sindicatos Independientes de la República de Kazajstán (CNTUK). Amin Yeleusinov, ex presidente del sindicato de la petrolera Oil Construction Company (OCC), quedó en libertad en Pavlodar, el 22 de mayo, tras una decisión del tribunal local dictada el 4 de mayo. Nurbek Kushakbayev, vicepresidente de la CNTUK e inspector de trabajo del sindicato de OCC, salió de la prisión de Pavlodar el 28 de mayo, tras la decisión adoptada el 10 de mayo por el tribunal local para su liberación condicional.
Kushakbayev y Yeleusinov habían sido arrestados en enero de 2017, después de que cientos de trabajadores de la OCC iniciaran una huelga de hambre protestando por la disolución de la CNTUK. La huelga concluyó cuando un tribunal en Astana declaró su ilegalidad. Kushakbayev fue condenado en abril de 2017 a dos años y medio de prisión, en base a las acusaciones de instigar una huelga ilegal de trabajadores petroleros. En mayo de 2017, Yeleusinov fue condenado a dos años de cárcel por supuesta malversación de fondos sindicales, siendo acusado además de insultar públicamente, agredir y no respetar a un representante de la autoridad del Estado.
Defensores de los derechos humanos, dentro y fuera de Kazajstán, condenaron las sentencias en su momento, considerando que tenían motivaciones políticas. Pese a que distintos activistas acogieron con beneplácito la liberación de ambos líderes sindicales, los cargos originales nunca fueron retirados, por lo que sigue habiendo inquietud respecto a la opresión del activismo sindical en el país.