El 7 de julio de 2017, el activista sindical Liu Shaoming fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por “incitación a la subversión contra el poder del Estado”.
Liu Shaoming es activista sindical, exmiembro de la Beijing Workers’ Autonomous Federation (BWAF), el primer sindicato independiente de China, y el fundador de Volunteers for Workers’ Rights, una organización dedicada a tender puentes entre los movimientos prodemocráticos y los que defienden los derechos laborales en China durante conflictos laborales colectivos.
Estos últimos años, Liu ha conseguido organizar satisfactoriamente a los trabajadores en varios conflictos destacados y obtener soluciones justas. En mayo de 2015 Liu publicó un ensayo sobre sus experiencias durante los acontecimientos de la plaza de Tiananmen en 1989, cuando era miembro de la Beijing Workers’ Autonomous Federation (BWAF). Cuatro días más tarde se notificó su desaparición. El 14 de junio de 2015, la Policía de Guangdong confirmó que se encontraba detenido en el Centro de Detención de Huadu, en la provincia de Guangdong. Se le acusaba de “provocación de peleas y disturbios” y de “incitación a la subversión contra el poder del Estado”.
En abril de 2016, Liu fue juzgado en un Tribunal Popular Intermedio de Guangzhou sin que se le permitiera reunirse con su abogado antes ni durante el juicio por motivos de “seguridad nacional”. El juicio no duró más que un día y Liu permaneció detenido.
En julio de 2017 el deterioro de su estado de salud se estaba volviendo cada vez más preocupante. En una declaración publicada el 5 de julio de 2017, la Hong Kong Confederation of Trade Unions (HKCTU) declaró: “Los informes indican que Liu Shaoming ha estado padeciendo dolores abdominales desde octubre de 2016. Liu Shaoming necesita recibir atención médica adecuada de inmediato”. Liu fue oficialmente condenado dos días más tarde.
Varios defensores chinos de los derechos humanos han sido encarcelados por intentar mantener viva la memoria del movimiento prodemocrático de la plaza de Tiananmen, que fue violentamente reprimido por el Ejército. Centenares de civiles –más de un millar, según algunas estimaciones– murieron presuntamente durante las represiones.