Tras una huelga de 35 días y la conclusión de un convenio colectivo para poner fin a la misma, los propietarios de Norse Production decidieron declarar su filial en bancarrota y establecer una nueva entidad de subcontratación para eludir los derechos de los sindicatos y los trabajadores a un convenio colectivo. Norse Production pertenecía a Sekkingstad AS, un exportador internacional de salmón que en 2017 registró un volumen de negocios de más de 2.000 millones NOK (aproximadamente 204 millones EUR).
Desde 2017, más de 70 trabajadores de la empresa Norse Production, en su mayoría polacos, que se habían organizado en el sindicato Norwegian Food and Allied Workers Union (NNN) afiliado a la UITA, habían estado reclamando persistentemente que Norse Production entablara negociaciones para concluir un convenio colectivo en la empresa. El contrato de la mayoría de los trabajadores y trabajadores no les proporcionaba ninguna seguridad en cuanto a las horas de trabajo. No tenían derecho a negociar con el empleador y se les había coaccionado para que abandonaran el sindicato si querían seguir trabajando. La empresa vulneró la legislación noruega y los convenios internacionales sobre los derechos de los trabajadores. Tras varias reuniones con la empresa y una mediación obligatoria sin que se alcanzara un acuerdo, la única opción que quedaba era declararse en huelga.
Tras una huelga de 35 días el pasado otoño, Norse Production accedió finalmente a firmar un convenio colectivo con el sector de la transformación del pescado, después de lo cual los propietarios declararon Norse Production en bancarrota. Unos días más tarde, Sekkingstad AS estableció un nuevo subcontratista, Sund Laksepakkeri, en el mismo lugar y con prácticamente los mismos directivos. Ninguno de los trabajadores sindicalizados de Norse Production fueron contratados por la nueva empresa, y tampoco se renovó el convenio colectivo.
Es evidente que Sekkingstad AS planificó la bancarrota de Norse Production y el establecimiento de una nueva empresa para deshacerse de los trabajadores sindicalizados y del convenio colectivo.