En febrero, el sindicato de periodistas de Kuwait se quejó por la injerencia del Gobierno cuando las autoridades hicieron caso omiso de sus peticiones para certificar un nuevo consejo de directores y solicitaron, en cambio, a todos los miembros de la Asamblea General que informaran sobre sus paraderos durante los seis últimos meses– lo cual es contrario a las leyes de Kuwait sobre gobernanza sindical.