La dirección de la planta de fertilizantes Rustavi Azot en Georgia ha anunciado unilateralmente el cese de toda relación con el Sindicato de Trabajadores de la Metalurgia, Minería e Industria Química de Georgia (TUMMCIWG).
El 20 de marzo, el nuevo propietario de Rustavi Azot, la empresa EU Investments, canceló unilateralmente el convenio colectivo celebrado en 2013 sin el consentimiento del sindicato, lo que es contrario a la legislación de Georgia. La dirección también declaró que dejaría de aplicar el sistema de retención en nómina de las cuotas sindicales y de transferir las cuotas a la cuenta bancaria del sindicato. Esta situación afectará negativamente a la actividad sindical.
El presidente del TUMMCIWG, Tamaz Dolaberidze, señaló: “La empresa está tratando de deshacerse de la organización que protege los derechos de los trabajadores y protestamos enérgicamente por el despido ilegal de 350 trabajadores anunciado en enero de 2017. El propietario decidió desmantelar el sindicato para que no podamos crearle problemas”.
El sindicato ha informado al Ministerio de Trabajo de Georgia sobre la situación. Si el Ministerio no toma ninguna medida para restablecer el Estado de derecho en un futuro próximo, el sindicato está dispuesto a introducir una queja ante la Organización Internacional del Trabajo y presentar un informe a los departamentos gubernamentales de EE.UU. y al Consejo Europeo dentro del marco del Sistema de Preferencias Generalizadas (GSP+), un programa de aranceles preferenciales que favorece el comercio entre los Estados Unidos y los Estados de la Unión Europea y Georgia.
Las medidas represivas de la dirección comenzaron en respuesta a la demanda interpuesta por el sindicato en nombre de 57 trabajadores despedidos ilegalmente en Rustavi Azot el 25 de enero. TUMMCIWG también hizo que la empresa pagara una indemnización de 1.200 GEL (480 USD) a otros 293 trabajadores que aceptaron sus despidos.
