En julio de 2014, los sindicatos manifestaron su preocupación por la práctica en alza en el sector privado de contratar a los nuevos trabajadores como contratistas o a través de compañías de colocación. Pusieron de relieve el hecho de que estas prácticas estén conduciendo a un deterioro de la posición de los trabajadores del sector privado en las negociaciones colectivas.
Los trabajadores contratados temporalmente o a través de terceras partes no tienen derecho a prestaciones y otros beneficios como seguro de salud y de grupo.
Esto preocupa particularmente a los sindicatos teniendo en cuenta la reciente privatización de ciertos sectores estatales, como bancos y compañías de seguros. Como resultado de ello, la representación sindical en dichas industrias ha sido eliminada.