El 16 de julio de 2018, Mi Jiuping y Liu Penghua fueron despedidos por Jasic Technology y posteriormente agredidos por unos matones. Los directivos les acusaban de tratar de crear un sindicato “ilegal” en Jasic Technology Co Ltd, una empresa privada que fabrica maquinaria para soldar, ubicada en Shenzhen, al sur de China.
La campaña de los trabajadores para establecer un sindicato independiente empezó en mayo, cuando las condiciones de trabajo en la fábrica del distrito de Pingshan, en la provincia de Shenzhen, se deterioraron presuntamente hasta tal punto que los trabajadores afirmaban estar siendo tratando “como esclavos” por la empresa. La dirección les estuvo estafando cientos de yuanes todos los meses al modificar arbitrariamente sus turnos de trabajo, además de pagar importes inferiores por sus contribuciones a la seguridad social y al fondo de vivienda.
Los trabajadores recurrieron a la oficina sindical local de Pingshan para resolver sus quejas con la dirección, donde se les recomendó afiliarse formalmente al sindicato. No obstante, la dirección de Jasic ya había establecido su propio comité de empresa, excluyendo a los candidatos que los propios trabajadores habían propuesto como representantes.
El 20 de julio Mi y Liu trataron de acceder a la fábrica pero los guardias de seguridad se lo impidieron. Tras producirse un altercado, la policía intervino y detuvo a varios trabajadores. Los compañeros se concentraron frente a la comisaría de policía y llevaron a cabo una manifestación maratoniana durante el fin de semana. Todos los trabajadores fueron posteriormente puestos en libertad.