Las huelgas son cada vez más frecuentes, aunque sólo están oficialmente permitidas en el sector privado, el cual no está sindicalizado, es muy reducido y está compuesto esencialmente por 1,7 millones de extranjeros. En 2011, en el sector público, que emplea a cerca del 80% de los 360.000 trabajadores kuwaitíes, se registró una oleada de huelgas y acciones colectivas sin precedentes después de que los trabajadores del sector petrolero estatal hubieran conseguido negociar unos incrementos salariales de hasta el 66% con el Estado. Desde entonces, los empleados de varios ministerios e instituciones del sector público han venido ejerciendo presiones para obtener mejores salarios y prestaciones. Así pues, funcionarios de aduanas, trabajadores portuarios y personal de los Ministerios del Interior, Sanidad y Asuntos Sociales y Laborales emprendieron manifestaciones masivas en protesta por los bajos salarios y las escasas prestaciones. La huelga afectó también a las aerolíneas kuwaitíes, donde 5.000 empleados se enfrentan a una propuesta de privatización. Aunque los empleados kuwaitíes estaban planeando convocar una huelga, a los empleados extranjeros se les recomendó que no interrumpieran el trabajo puesto que son más vulnerables a ser despedidos sin previo aviso en el curso de una huelga.
En septiembre, cerca de 850 trabajadores portuarios kuwaitíes iniciaron huelgas diarias de dos horas en protesta por los salarios, trastocando las operaciones en tres puertos comerciales. El 25 de octubre el Gobierno acordó aumentar los salarios tras una breve huelga organizada por el sindicato KAC Workers Union, que cuenta con 4.000 miembros, a raíz de la cual la mitad de la flota aérea se quedó en tierra. A principios de octubre, trabajadores de la Bolsa de Valores de Kuwait suspendieron una huelga prevista para el 19 de octubre luego de alcanzarse un acuerdo con el Gobierno con relación a un dinero adeudado. El conflicto se centró en el pago de bonificaciones y en el inminente traslado de empleados de la Bolsa a una recién creada Autoridad de los Mercados de Capital. La sociedad académica de la Universidad de Kuwait también planeó llevar a cabo una manifestación el 26 de octubre para reclamar incrementos salariales.
Los funcionarios del Gobierno de Kuwait han dicho en repetidas ocasiones a los trabajadores/as en huelga que no considerarían ninguna reivindicación mientras se estuvieran llevando a cabo huelgas. En octubre el Gobierno anunció que estaba planeando emitir una nueva ley que sancionaría a los funcionarios civiles en huelga y restringiendo la acción de huelgas en general. En respuesta a la oleada de huelgas, el 17 de octubre el Ministro de Asuntos Exteriores presentó su dimisión, y se cree que al menos otro Ministro también estuvo considerando dimitir. El 19 de diciembre la Kuwait Trade Union Federation llevó a cabo una manifestación frente al Ministerio de la Administración Pública después de que el Ministro de Justicia Ahmed Al Mulaifi declarara que las huelgas están prohibidas y que para él los convenios internacionales que garantizan los derechos de los trabajadores son completamente irrelevantes. La declaración fue realizada en respuesta a una huelga convocada por empleados del propio Ministerio de Justicia. Los trabajadores también se habían quejado de la presión que soportan los expatriados no cualificados para trabajar en el ministerio en lugar de ciudadanos del país, así como cuestiones relacionadas con la jubilación. Los sindicalistas del Oil Workers’ Union y del Kuwait Oil Tankers Workers’ Union también estuvieron presentes en las protestas en muestra de solidaridad.