En mayo, el Hong Kong Dockers Union solicitó que se aumentaran los sueldos, después de años de recortes salariales. El empleador no sólo no respondió sino que además eludió al sindicato y decidió discutir la cuestión directamente con los empleados. El sindicato empezó a organizar a los trabajadores y protestó contra esta actitud. Los empleadores finalmente acordaron un incremento salarial del 4% tras una amenaza de huelga por parte del sindicato.