El trabajo doméstico en Barbados es precario debido a los bajísimos salarios que no corresponden al salario mínimo y el casi nulo acceso a la seguridad social así como a otras condiciones y garantías laborales. Esta situación impide el ejercicio del derecho de asociación y la negociación colectiva que además, aún existiendo sindicatos, resulta casi imposible por los obstáculos legislativos que la regulan.