La Oil and Petrochemical Industries Workers Confederation (OPIWC), que representa a los trabajadores en las empresas estatales del petróleo, gas y del sector petroquímico, iniciaron negociaciones con la Kuwait Petroleum Corporation (KPC) y con el Ministro encargado de la industria petrolera, para impedir la aplicación de la Alternativa Estratégica a la Escala Salarial. El sindicato solicitó además el establecimiento de un comité conjunto para garantizar plenas consultas respecto a cualquier cambio en la legislación, y la garantía de que el sector petrolero quedaría exento de la nueva ley.
Pero las negociaciones fracasaron, y los trabajadores del sector anunciaron que irían a la huelga a partir del 17 de abril. La huelga afectaría a cinco compañías estatales: Kuwait National Petroleum Company (KNPC), subsidiaria de KPC, Kuwait Oil Company, Kuwait Oil Tanker Company, Equate Petrochemical Industries Company y Kuwait Gulf Oil Company.
Tal como anunciara la KPC, se recurrió a la Guardia Nacional para “proteger” las plantas petroleras y asegurar que continuasen funcionando, y la KNPC recurrió a Egipto e India para que facilitasen personal técnico a fin de mantener la producción en sus plantas durante la huelga. Entre tanto, el Gobierno instó a las autoridades relevantes a emprender acciones legales contra la huelga, declarada ilegal, y pedir responsabilidades a los implicados en la acción.
La huelga se suspendió a los tres días cuando la OPIWC se reunió con el Primer Ministro, solicitando el establecimiento de un mecanismo con vistas a discutir las reivindicaciones de los trabajadores. Se estableció un comité tripartito integrado por el Consejo de Ministros, la KPC y el OPIWC, comprometiéndose a negociar con los sindicatos sobre sus exigencias y dando garantías de que los huelguistas no serían sancionados. Las negociaciones concluirían con éxito el 24 de mayo de 2016 estableciendo un incremento salarial del 7,5 por ciento para los trabajadores petroleros.