El 9 de noviembre de 2011, la dirección de Pelephone Communications se negó a reconocer a Histradut como organización representativa de los trabajadores, pese a que más de un tercio de sus empleados estaban afiliados a Histradut. Además, la compañía utilizó tácticas discriminatorias contra los miembros del sindicato. Los trabajadores y trabajadoras fueron convocados individualmente por la dirección, que los presionó para que abandonasen el sindicato. La dirección convocó además a varios miembros del comité de organización a responder de supuestas “violaciones disciplinarias”, y extendió falsas alegaciones respecto al sindicato. Por otro lado, los jefes de división convocaron a los trabajadores para anunciarles que la compañía había establecido un “comité de empleados”, invitándoles a afiliarse a dicho “sindicato”.
El 3 de septiembre de 2012 la juez del Tribunal Laboral del Distrito de Tel Aviv, Ornit Agasi, dictaminó que la dirección de Pelephone había amenazado a sus trabajadores/as y actuado para prevenir actividades de organización. Emitió una orden judicial temporal prohibiendo a Pelephone que actuase para reprimir las actividades de sindicalización mediante convocatorias individuales a los trabajadores. Tras la falta de diálogo, las continuas tácticas antisindicales y la persistencia de violaciones de los derechos de los trabajadores, Histadrut remitió una petición al tribunal laboral superior en Israeli, el Tribunal Laboral Nacional, que dictó sentencia a favor de Histradut y ordenó a “Pelephone abstenerse de iniciar contactos personales con sus empleados o con grupos de empleados, en relación con el ejercicio del derecho de asociación; y que la compañía no emplee los medios de comunicación de que dispone y su acceso a los empleados para diseminar mensajes contra la organización, por medio de mensajes de texto a los teléfonos celulares o distribuyendo cartas a los empleados a través del correo electrónico”.