En abril de 2006 la empresa Pakistan Telecommunication Company Limited (PTCL) fue absorbida por otra empresa. Conforme a un convenio, los 61.000 trabajadores y trabajadoras de PTCL debían recibir aumentos de sueldo, y se prometió no despedir a nadie. Sin embargo, de la fecha hasta ahora, más de 35.000 trabajadores han perdido su empleo y los incrementos salariales no se han implementado. A partir del 2 de agosto de 2010 los sindicatos del PTCL iniciaron huelgas de dos horas diarias a escala nacional, a fin de presionar para obtener los aumentos de sueldo, y el 16 de agosto la situación se convirtió en una huelga total. La dirección de PTCL ofreció una subida de sueldo del 30% junto con otro aumento del 20% vinculado a la productividad de los trabajadores, para diciembre de 2010, pero la oferta fue rechazada.
El 3 de septiembre, tras 17 días de huelga, los líderes sindicales se reunieron con el Ministro Federal de Trabajo y le solicitaron que interviniera en el conflicto. Les informaron que en un plazo de tres días su demanda principal sería satisfecha, a saber, un aumento de sueldo del 50%. No obstante, aquella noche, cientos de policías atacaron el campamento de huelga. Se informó que la policía había sido sobornada y que un superintendente de la policía dijo a los agentes implicados que las lesiones tenían que ser los suficientemente graves como para que nadie pudiese llegar caminando a la cárcel. Más de 50 huelguistas fueron arrestados, entre ellos tres líderes de centrales acusados conforme a la legislación antiterrorista, y otros 35 conforme a la 7ATA (Ley Antiterrorista). Los arrestos continuaron produciéndose durante las siguientes 24 horas por medio de redadas en los domicilios. Como condición para recibir sus salarios, los trabajadores de PTCL fueron forzados a firmar una declaración por la cual se disociaban de la huelga. Más de 250 trabajadores fueron despedidos.
Desde las medidas enérgicas de septiembre, la dirección ha dejado de pagar bonificaciones anuales a más de 2.000 empleados y se ha negado a pagar los salarios de más de otros 500. El Secretario General del sindicato Pakistan Telecom Employees Union y varios otros sindicalistas destacados fueron despedidos improcedentemente y unos 250 más destituidos. La Comisión Nacional de Relaciones Laborales suspendió las órdenes de terminación de contrato, pero la dirección se ha negado a aceptar la revocación.