La policía argentina reprimió de manera brutal una protesta de trabajadores del Astillero Río Santiago en la ciudad de La Plata, Argentina, empleando gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes, que planeaban llegar hasta la Casa del Gobierno para hablar con una “alta autoridad”. Al menos 15 personas resultaron heridas y hubo cinco detenidos.
Los trabajadores y trabajadoras de los astilleros iniciaron su protesta después de que se suspendiera una reunión para negociar el convenio colectivo. Más de 3.000 trabajadores iniciaron una marcha a las 8 a.m. Su primera parada se situó en la autopista que conecta Buenos Aires y La Plata, que permaneció bloqueada durante dos horas.
El Astillero Río Santiago es uno de los más importantes de América Latina y actualmente emplea a 3.300 trabajadores, en la construcción de barcos y otros productos industriales. Casi desapareció durante la última crisis económica argentina. A finales de los 90 fue prácticamente privatizado, y en 2003 estuvo a punto de cerrar. El ex presidente Néstor Kirchner recuperó la compañía pública en 2004, pero desde 2018, está amenazada con el cierre.
La violencia estalló después de que un patrullero atropellase a un manifestante y otros dos intentasen forzar la puerta de entrada a la Casa del Gobierno. Poco después, la policía acudió para dispersar la manifestación con cañones de agua y gases lacrimógenos.
Francisco Banegas, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Ensenada, comentó que pedían a la gobernadora (María Eugenia Vidal) que mostrase mayor sensibilidad.