En junio, los trabajadores palestinos de la cantera Salit, situada cerca de un asentamiento israelí, se declararon en huelga en el marco de una disputa de larga data. Los trabajadores pedían que la dirección firmase un convenio colectivo, reivindicando un incremento salarial, la normalización de los pagos para su pensión y que se dejasen de efectuar retenciones en sus salarios. La cantera, de propiedad israelí, se considera territorio sujeto a la legislación israelí. Emplea a unos 40 trabajadores, todos ellos palestinos de los territorios ocupados. Muchos reciben el salario mínimo israelí y afirman no haber recibido jamás un aumento de sueldo. Hace unos cuatro años, los trabajadores de la cantera establecieron un comité, con la ayuda de un centro de asesoramiento en Israel, y empezaron a luchar por mejorar sus condiciones de trabajo. Apenas creado el comité, los trabajadores enviaron una petición al Tribunal Laboral de Jerusalén reclamando hojas de pago y que se realizasen las transferencias correspondientes a la seguridad social. El tribunal dictaminó que la empresa debía emitir nóminas salariales. No obstante, la dirección siguió reteniendo salarios y eludiendo el reconocimiento del comité de trabajadores, tardando hasta dos años en concluir un acuerdo negociado.
Las acciones por parte de estos trabajadores representa la primera lucha de trabajadores sindicalizados palestinos que se enfrentan a un empleador israelí en los territorios ocupados de Cisjordania, en el marco de una organización de trabajadores israelíes. El Tribunal Supremo reconoció anteriormente que los palestinos que trabajan en los asentamientos israelíes tienen derecho a recibir unas condiciones de trabajo conformes con la legislación israelí. No obstante, este dictamen todavía no había sido puesto a prueba realmente con una empresa privada.
En septiembre, tras una huelga de tres meses, los propietarios de la cantera se declararon en bancarrota y el Tribunal Regional de Jerusalén designó a un fideicomisario para administrar la cantera. No se sabe aún si los trabajadores recibirán alguna compensación, o si serán recontratados por los nuevos propietarios.