En respuesta a los esfuerzos de organización desplegados por el sindicato Tekgida-Iş, la empresa de productos lácteos Sütaş empezó a despedir a aquellos trabajadores/as que se sindicalizaran. Hasta la fecha despidió a 83 trabajadores después de afiliarse al sindicato en dos fábricas en Bursa-Karacabey y Estambul-Aksaray. Muchas trabajadoras y trabajadores son acosados y obligados a renunciar a su afiliación sindical mediante amenazas y llamadas a sus familias. Otros han sido despedidos por publicar comentarios críticos a la empresa en redes sociales. La dirección obliga a los trabajadores a comunicarles su contraseña para los trámites oficiales de gobierno, de manera que la empresa puede averiguar si están sindicalizados o no.
Las trabajadoras y los trabajadores despedidos, junto con sus familias, han venido realizando piquetes frente a las puertas de la fábrica desde abril de 2014. La dirección rodeó la zona con camiones para que no se vieran los piquetes. Cuando los manifestantes se negaron a dispersarse, la dirección vertió 13 toneladas de estiércol líquido en el área de la sentada. Si bien la intención era poner fin a los piquetes y dispersar a los manifestantes, lo que hicieron fue atraer moscas a la planta lechera, poniendo en peligro la seguridad alimentaria. Finalmente la dirección tuvo que limpiar la zona y desinfectar los pueblos de los alrededores.
El propietario de la fábrica, Muharrem Yilmaz, Presidente de la Asociación Industrial y Empresarial de Turquía (TÜSIAD) dimitió de su cargo tras darse a conocer la noticia del escándalo del estiércol en la fábrica Sütaş.