El gigante turco del automóvil Tofaş –empresa conjunta entre Koc Holdings y FIAT– despidió a 142 trabajadores el 24 de junio de 2015 tras las huelgas que paralizaron la industria en mayo. Miles de trabajadores de las plantas de Renault, Tofaş y Ford Otosan –junto con muchos otros en fábricas de componentes de automóviles situadas en las provincias noroccidentales de Bursa y Sakarya– se declararon en huelga
huelga
Forma más común de acción industrial, la huelga es el paro concertado del trabajo por parte de los empleados durante un tiempo limitado. Puede asumir diversas formas.
Véase huelga general, huelga intermitente, huelga rotatoria, huelga de brazos caídos, huelga de solidaridad, huelga salvaje
el 15 de mayo, protestando por los bajos salarios, las diferencias salariales entre trabajadores empleados en el mismo sector y las malas condiciones de trabajo.
La huelga
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Forma más común de acción industrial, la huelga es el paro concertado del trabajo por parte de los empleados durante un tiempo limitado. Puede asumir diversas formas.
Véase huelga general, huelga intermitente, huelga rotatoria, huelga de brazos caídos, huelga de solidaridad, huelga salvaje
duraría casi dos semanas antes de que se alcanzara un acuerdo respecto a un incremento salarial, y en varios casos la garantía por parte de la dirección de que ningún trabajador sería despedido.
Pronto empezarían las intimidaciones, no obstante. Los huelguistas fueron objeto de una investigación por parte de la Fiscalía de Bursa supuestamente por “colaboración y complicidad con una organización terrorista”. La Unidad Antiterrorista de Bursa convocó a los trabajadores, que serían interrogados sobre los motivos por los que abandonaron sus puestos de trabajo y sobre si tenían o no la intención de formar un nuevo sindicato.
Los trabajadores habían venido intentando establecer un nuevo sindicato de su elección, frustrados por la incapacidad del sindicato apoyado por la dirección a negociar efectivamente en su nombre. Todos los trabajadores habían abandonado el Sindicato de Trabajadores del Metal de Turquía (Türk Metal) durante las protestas. Aquellos que conservaron sus puestos de trabajo en la fábrica, al parecer fueron obligados a volver a afiliarse a Türk Metal.
Los despidos continuaron y un total de 250 trabajadores, algunos de ellos con discapacidades auditivas y del habla, perderían su empleo. El prometido incremento salarial no llegó a materializarse. No había ambigüedad alguna respecto a la causa de los despidos. Los trabajadores supieron que habían sido despedidos mediante un mensaje de texto que indicaba “Su contrato de empleo ha sido terminado debido a sus protestas”.