El 21 de junio de 2015 confiscaron el pasaporte a Esmail Abdi, presidente de la Asociación de Docentes Iraníes (ITA), cuanto intentaba viajar a Armenia para obtener un visado de viaje para Canadá. El señor Abdi tenía previsto asistir al 7º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, que se celebraría en Ottawa en julio. Al confiscarle el pasaporte, le informaron de que no podía viajar al extranjero y le ordenaron que se presentara en la Fiscalía Pública. El 27 de junio acudió a la fiscalía, donde le detuvieron.
A continuación, el señor Abdi fue trasladado a la Sección 2A de la cárcel de Evin, gestionada por la unidad de inteligencia de la Guardia Revolucionaria Iraní. Le acusaron de "organizar y participar en reuniones ilegales” y le denegaron el acceso a su familia y abogados, en virtud del nuevo Código de Procedimiento Penal. Dicho Código limita el acceso al asesoramiento jurídico durante la fase de investigación para los detenidos acusados de delitos relacionados con la seguridad nacional.
El señor Abdi y la ITA habían sido activos en la oleada de protestas y manifestaciones de docentes. En mayo, el Ministerio de Inteligencia del régimen les había advertido que si las protestas continuaban, sería detenido. Además de exigir unos salarios decentes, los docentes estaban luchando por el derecho a participar en el desarrollo de las políticas educativas, para acabar con la privatización de las escuelas y por el derecho a negociar colectivamente con el objetivo de lograr una seguridad laboral. Asimismo, exigían la liberación de cientos de docentes encarcelados. En agosto de 2015, un representante del Ministerio de Educación del régimen admitió que había más de 1.000 docentes en prisión.
El 22 de julio, más de 2.000 docentes participaron en otra manifestación frente al parlamento para protestar por la continua detención de activistas. Más de 200 fueron detenidos, pero les liberaron poco después.
