En 2011 se mantuvo la grave situación de trata de mujeres, niños y niñas con fines de explotación sexual. Los trabajadores y trabajadoras del hogar continúan sin contar con garantías laborales y sindicales. Las prácticas de trabajo precario impiden el ejercicio del derecho de asociación, así como acciones directas de los empleadores privados, encaminadas al desmantelamiento de las organizaciones sindicales existentes.