El 11 de diciembre de 2018 el Tribunal Municipal de Phnom Penh dictó condenas condicionales de dos años y medio de cárcel contra seis destacados líderes sindicales, tras la celebración de un juicio plagado de irregularidades y carente de pruebas.
Los seis dirigentes fueron declarados culpables de instigar violentas protestas contra el Gobierno en 2013 y 2014. A finales de 2013, los trabajadores organizaron una serie de protestas en la capital Phnom Penh para reclamar un salario mínimo de 160 USD al mes. La policía adoptó violentas medidas de represión, concretamente el 3 de enero de 2014, cuando la policía militar abrió fuego contra los manifestantes dejando un balance de 4 muertos y 27 heridos. El tribunal también ordenó a los seis líderes el pago conjunto de una indemnización de 35 millones KHR (8.750 USD) para los dos policías que supuestamente habían sido víctimas de la violencia durante las protestas.
Los seis líderes acusados fueron Chea Mony (Free Trade Union of Workers of the Kingdom of Cambodia - FTUWKC) ); Mom Nhim (National Independent Federation Textile Union of Cambodia – IFTUC); Pav Sina (Collective Union of Movement of Workers – CUMW); Yang Sophorn (Cambodian Alliance of Trade Unions – CATU); Ath Thorn (Coalition of Cambodian Apparel Workers Democratic Union – CCAWDU); y Rong Chhun (Cambodian Independent Teachers’ Association – CITA). Con arreglo a la legislación camboyana, la sentencia condenatoria implica efectivamente que las seis personas no podrán seguir dirigiendo sus sindicatos por el hecho de tener antecedentes penales.
No se presentó ninguna prueba que demostrara que los seis líderes sindicales habían instigado los actos por los que se les acusaba. Ninguno de los verdaderos perpetradores de la violencia y los daños fueron citados a comparecer en la audiencia, ni tampoco se mencionaron sus nombres. Ath Thorn, líder del CCAWDU, por ejemplo, señaló que él ni siquiera se encontraba en el lugar de la protesta en el momento en que se produjeron los violentos enfrentamientos.