Los trabajadores del hotel Marriott de cinco estrellas, ubicado en Bali-Seminyak, decidieron crear un sindicato en enero de 2018, y el 31 de enero iniciaron las gestiones para registrarlo legalmente. Cerca del 40 por ciento de los trabajadores y trabajadoras del hotel tenían contratos precarios de duración determinada. Además vivían con la amenaza constante de que la empresa no les renovara el contrato, y a veces tenían que trabajar turnos de 12 horas sin ningún tipo de remuneración adicional por las horas extraordinarias.
La dirección presionó inmediatamente a los miembros del sindicato para que renunciaran a su afiliación, y les amenazó nuevamente con la no renovación de sus contratos de corta duración. El 2 de marzo el presidente del sindicato, Agus Sarwatama, fue suspendido por un asunto sindical puramente interno que se manipuló y presentó como un caso de presuntos daños para la empresa.
El 31 de julio vencía el contrato de Sarwatama y la empresa no se lo renovó, por lo que los trabajadores se quedaron sin su presidente sindical electo, sin haber conseguido el reconocimiento oficial del sindicato y sin disponer de ningún proceso para negociar un convenio colectivo.