El 1 de mayo de 2017, activistas, sindicalistas y ciudadanos marcharon en Quito para conmemorar el Día del Trabajo. Como resultado de la marcha, 11 personas fueron detenidas, y Patricia Echavarría, que formaba parte de un grupo de mujeres activistas y sindicalistas fue agredida físicamente y sufrió un intento de detención por haber acudido a la marcha.