Los trabajadores de la Northern Fertilizer Company, al norte de Bagdad, intentaron organizar un sindicato después de que su empresa se privatizara y que las condiciones de trabajo se deterioraran. En octubre, no obstante, la empresa les denegó el derecho a formar un sindicato y los amenazó con tomar represalias si persistían en su intento de ejercer su libertad sindical. Los trabajadores se vieron obligados a celebrar las primeras elecciones del comité sindical en las oficinas locales de la Federation of Workers’ Councils and Unions in Iraq (FWCUI).