Brodosplit Shipyard es una empresa famosa por su comportamiento antisindical (ver entradas previas de 2013 y 2015). Desde 2015 cuando el empleador anuló unilateralmente el convenio colectivo sin explicación alguna, las negociaciones para un nuevo convenio nunca se reanudaron, dejando a los trabajadores a la merced del empleador.
En 2017 Brodosplit Shipyard y otros 50 subsidiarios distribuyeron entre los trabajadores un aviso obligándolos a desafiliarse del sindicato. Como resultado de la medida, unos 1.500 miembros del sindicato se vieron obligados a abandonarlo. Los nuevos trabajadores contratados, en su mayoría jóvenes y migrantes, serían advertidos de no sindicalizarse en el momento de firmar su contrato de empleo. Les dijeron que “el mejor sindicato es su empleador”.
Además, el representante regional y principal enlace sindical en Brodosplit Shipyard recibió amenazas en su teléfono móvil a causa de sus actividades. Se dio cuenta a la policía de dichas amenazas, y se abrió una investigación que aun sigue en curso. Los ataques dirigidos a los sindicatos y sindicalistas son frecuentes en Brodosplit Shipyard. En 2016 el propietario ocupó las oficinas del sindicato de la empresa, procediendo a confiscar sus documentos, impidiendo así que el sindicato pudiese llevar a cabo sus actividades. Pese a que el sindicato de empresa no se atrevió a informar a la policía al respecto, el sindicato sectorial, Sindikat metalaca Hrvatske-Industrijski sindikat (SMH-IS) presentó una denuncia en relación con estos graves ataques contra los derechos sindicales. Los casos siguen aun pendientes en los tribunales.