En 2011, al igual que en años anteriores, las autoridades detuvieron, interrogaron, acosaron, amenazaron y encarcelaron a decenas de personas debido a sus actividades relacionadas con los derechos sindicales. En la mayoría de los casos los activistas fueron puestos en libertad únicamente tras el pago de fianzas sumamente elevadas. Así pues, el 8 de enero, Pedram Nasrollahi, activista del movimiento sindical y del movimiento de las mujeres, fue liberado tras el pago de una fianza de 40 millones de tomanes (29.300 EUR). A principios de enero, según informes publicados por el Sindicato Libre de Trabajadores Iraníes, el activista sindical encarcelado Behnam (Asad) Ebrahimzadeh fue condenado a 20 años de cárcel. Behnam es miembro del Comité de Seguimiento para la Formación de Organizaciones Sindicales Libres en Irán. Behnam trabajaba en una fábrica de tuberías de polietileno a las afueras de Teherán. Ya había pasado cerca de siete meses en prisión desde que fue arrestado en junio de 2010, además de haber sido anteriormente detenido, junto con decenas de activistas laborales, en una manifestación en el Día del Trabajo de 2009.
En agosto un tribunal de Tabriz condenó a los activistas sindicales Shahrokh Zamani a 11 años, Nima Pouryaghob a 6 años, Mohammad Jarahi a 5 años y Sasan Vahebivash a 6 meses de cárcel, acusados de organizar grupos de la oposición, de actuar en contra de la seguridad nacional y de propaganda contra el régimen. Shahrokh Zamani es miembro del Consejo de Representantes del Comité de Coordinación para Ayudar a Formar Organizaciones de Trabajadores y también miembro del sindicato de pintores. Todos ellos serían puestos en libertad tras el pago de una fianza.
Seyed Biouk Seyyed Lar, trabajador de Saba Train y conocido activista sindical, fue también arrestado en junio de 2011 y detenido en la cárcel de Tabriz. El Sr. Ali Akhavan, miembro del Centro de Defensores de los Derechos de los Trabajadores, fue también arrestado en su domicilio en mayo y condenado a un año y medio de cárcel. En diciembre la policía arrestó a un trabajador del sector textil que había arrojado sus zapatos al Presidente Mahmoud Ahmadinejad en el momento en que éste pronunciaba un discurso ante los trabajadores, durante una visita a la capital provincial de Sari.