El trabajo forzoso está prohibido, auque se sigue dando en empresas comerciales y en campos de trabajo. China impone el trabajo forzoso en las cárceles como forma de “reeducación mediante el trabajo”, un castigo administrativo utilizado a menudo para personas acusadas de delitos menores, disidentes y activistas sindicales, y que elude el sistema judicial y su relativa protección. Existe un sistema parecido de trabajo forzoso en vigor para la “rehabilitación” de drogadictos. La trata de personas también está prohibida por la ley pero sigue siendo un problema grave y cada vez mayor. No se han logrado grandes progresos en cuanto al procesamiento de los responsables de la trata de personas ni con respecto a la protección y asistencia a las víctimas de la misma.
En 2011 siguieron apareciendo informes sobre situaciones de trabajo forzoso. Por ejemplo, en mayo se informó que prisioneros en el norte de China habían sido forzados a pasar noches trabajando como jugadores por internet en busca de oro virtual. En septiembre, una treintena de discapacitados fueron liberados de un horno de ladrillos en la provincia central de Henan después de que un reportero de televisión infiltrado realizara una investigación. El reportero se hizo pasar por discapacitado mental cerca de una estación de trenes locales y fue vendido por 500 CNY (8 USD) a Wan Chengqun, un agente de un horno de cerámica en Zhumadian. Posteriormente sería trasladado a un horno de ladrillos de donde se escapó. Algunos de los hombres rescatados habían sido forzados a trabajar durante muchos años sin recibir ningún salario, soportando palizas, mala alimentación y unas condiciones de vida deplorables.
En abril, en la Región Autónoma de Xinjiang Uighur, el propietario de una fábrica y su mujer, que habían estado utilizando a un grupo de discapacitados como esclavos durante más de cuatro años, fueron condenados a cuatro años y medio y dos años de cárcel respectivamente. Según informes, al menos una docena de trabajadores, ocho de ellos discapacitados mentales, estuvieron forzados a trabajar sin salario y sin equipo de protección. Los trabajadores habían sido enviados por un refugio para gente sin hogar en una provincia vecina. La China Association of Mentally Handicapped People habría descubierto casos similares en diez provincias distintas.