El 27 de julio de 2018, 30 personas (23 hombres y 7 mujeres, varios de ellos trabajadores de la fábrica Jasic Technology y de otras fábricas, y un estudiante) fueron detenidas por motivos penales acusadas de “provocar peleas y disturbios” en las inmediaciones de la comisaría de Policía de Yanziling, en el distrito de Pingshan de Shenzhen, al sur de China.
Las noticias sobre el despido de dos organizadores sindicales de la fábrica Jasic a principios de mes, y las palizas propinadas a ambos así como a algunos de sus simpatizantes, habían suscitado un interés considerable en las redes sociales chinas. Mucha gente salió a las calles para apoyar a los trabajadores, en particular grupos de estudiantes de destacadas universidades chinas. Los trabajadores habían estado tratando de crear su propio sindicato desde mayo, para hacer frente a los bajos salarios, a los pagos insuficientes de las contribuciones a la seguridad social y al fondo de vivienda, y a otros ataques a los niveles de vida. Sin embargo, la empresa había establecido mientras tanto su propio “sindicato” o comité de representantes de los trabajadores.
Otras personas fueron brevemente detenidas e interrogadas por la policía después de manifestarse a las puertas de la comisaría en apoyo a los detenidos.
Los acontecimientos se produjeron tras una protesta que había tenido lugar tres días antes, cuando un grupo de trabajadores se manifestó a las puertas de la fábrica para reclamar la readmisión de sus compañeros despedidos.
Parte de los detenidos fueron puestos en libertad a principios de agosto, pero 14 de ellos permanecían bajo custodia, al tiempo que el apoyo por su causa iba aumentando paulatinamente.
El 3 de septiembre, cuatro de los detenidos fueron formalmente acusados de “reunir a una multitud para alterar el orden público”. Tres de los detenidos, Yu Juncong, Mi Jiuping y Liu Penghua, eran trabajadores que habían intentado establecer un sindicato en la fábrica Jasic, mientras que Li Zhan era un extrabajador de Jasic que apoyaba su causa. En aquel momento, 11 de los detenidos seguían bajo custodia policial o bajo arresto domiciliario.