En diciembre de 2015, la empresa Zagrebački holding d.d. (propiedad de la Ciudad de Zagreb) trató de entablar una negociación colectiva con los sindicatos, a pesar de la existencia de un convenio colectivo y siete anexos válidos. Según los sindicatos, detrás de la aparente intención de consolidar las disposiciones generales del convenio colectivo, la invitación pretendía en realidad socavar gravemente los derechos de los trabajadores/as.
Otros casos registrados de participación de mala fe por parte de directivos en procesos de negociación colectiva han sido:
en la empresa Kostwein Varaždin, donde la dirección paralizó las negociaciones con la excusa de que necesitaba tiempo para traducir al alemán el texto del convenio colectivo y permitir por tanto a la empresa que manifestara su postura oficial con respecto al contenido del convenio;
en Brodosplit Shipyard, donde la empresa, famosa por sus prácticas antisindicales, había anulado recientemente el convenio colectivo a pesar de que en su contrato de privatización se había establecido explícitamente lo contrario;
en la empresa de ferries Company Jadrolinija d.d., donde hace unos años se puso en marcha un procedimiento de negociación colectiva para regular el trabajo de la gente de mar, sin que desde entonces se hubiera conseguido llegar a ningún acuerdo. Este retraso se debía a la actitud obstruccionista del empleador, que venía rechazando sistemáticamente todas las propuestas del sindicato, como por ejemplo la de incluir las horas extraordinarias en la base de cálculo salarial.