El 7 de noviembre de 2018 la policía de Shenzen utilizó gas pimienta contra un grupo de manifestantes que padecían neumoconiosis, una enfermedad laboral también denominada enfermedad del pulmón negro. En las imágenes de un vídeo que circulaba por las redes sociales chinas podía verse a varios trabajadores que, debilitados por esta enfermedad mortal, se desvanecían al no poder respirar. En otro vídeo aparecía un trabajador con la mano ensangrentada, mientras un compañero condenaba fuera de cámara el uso de la fuerza contra ellos.
El 5 de noviembre, un grupo de aproximadamente 200 trabajadores afectados por la neumoconiosis, acompañados de familiares, se desplazaron a Shenzhen desde Leiyang, Sangzhi y Milu (provincia de Hunan) y se reunieron en las oficinas locales del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social (MOHRSS).
Los trabajadores habían estado tratando de obtener una indemnización desde el año 2009. La complicación radica en que, en China, los trabajadores del sector de la construcción no suelen tener contrato de trabajo, por lo que resulta difícil demostrar que han estado empleados en Shenzhen. Los trabajadores presentaron una detallada escala de tres fases de gravedad de la enfermedad laboral junto con la indemnización correspondiente en cada caso, haciendo hincapié en que los trabajadores han de ser indemnizados tan pronto como se les diagnostique la neumoconiosis, sin necesidad de demostrar la existencia de una relación laboral previa.
La neumoconiosis es la enfermedad laboral más extendida en China, pero debido a complicados procedimientos burocráticos y a la influencia de los empleadores, los trabajadores tienen muchas dificultades para obtener un diagnóstico oficial de enfermedad laboral.
Para colmo, los trabajadores descubrieron que los hoteles cercanos habían recibido orden de no aceptar reservas del grupo, y al parecer sus documentos de identidad habían sido incluidos en una lista negra. No obstante consiguieron reunirse con representantes del Ministerio, pero los funcionarios insistieron en que era fundamental demostrar la existencia de una relación laboral para poder pagar una indemnización a los trabajadores, tal como se estipula en el reglamento de seguros. De lo contrario los trabajadores solo tienen derecho a recibir ayudas de emergencia. Finalmente no se llegó a ningún acuerdo y los trabajadores prometieron seguir con su protesta, según informó China Labour Bulletin, una ONG que promueve y defiende los derechos de los trabajadores de China.