El 25 de julio de 2010 el acuerdo negociado entre la Federación Internacional de los Trabajadores de la Alimentación y Coca-Cola resolvió con éxito un largo y enconado conflicto por cuestiones de derechos sindicales y empleo en Coca-Cola Beverages Pakistan. Según el acuerdo, todos los trabajadores despedidos de manera improcedente serían reincorporados con una compensación completa. La empresa reconoció al sindicato People’s Employees’ Union (PEU) y garantizó que no se produciría ningún acoso ni represalia contra los miembros y dirigentes sindicales. Un total de 187 trabajadores con empleos precarios pasaron a ser empleados con contrato de duración indefinida. Dos semanas después del acuerdo, también fue reconocido un nuevo sindicato en la planta de Faisalabad de Coca-Cola Pakistan, lo que supuso otro gran paso adelante.
Desde la formación del sindicato en la planta de Mulatan en 2009, los miembros habían sido objeto de amenazas de muerte, acoso, secuestro y despidos.