La persistente negativa del Gobierno de Aquino a reconocer los derechos sindicales llevó al sindicato Kilusang Mayo Uno (KMU) a organizar a modo de protesta un piquete a las puertas del Ministerio de Trabajo y Empleo, el 10 de abril de 2015. Muchos de los participantes habían sido despedidos por haber intentado crear sindicatos y habían participado en varias huelgas para protestar contra el acoso antisindical sufrido a lo largo de los dos últimos años en la Pentagon Steel Corporation (abril de 2013), Express Coats (marzo de 2014), Janrey (marzo de 2014), Golden Fortune Construction (diciembre de 2014) y Long Hong Recycled Plastics (marzo de 2015).
El KMU llamó la atención sobre un informe publicado en 2014 por el Centre for Trade Union and Human Rights (CTUHR), en el cual se concluía que miles de trabajadores y trabajadoras seguían sufriendo la vulneración de su derecho a crear sindicatos. Incluso cuando los trabajadores lograban formar un sindicato, los empleadores se negaban habitualmente a negociar un convenio colectivo. Los organizadores son a menudo despedidos o sus nombres son incluidos en listas negras. Menos del 10% de los trabajadores de Filipinas están afiliados a un sindicato, y sólo un 12% de ellos están cubiertos por un convenio colectivo.