Con ocasión de un seminario sobre las zonas francas industriales organizado por la CSI, los sindicatos dejaron constancia de la persistencia de las graves dificultados a las que se enfrentan los trabajadores de este sector: objetivos de producción demasiado altos fijados unilateralmente por los empleadores, violaciones de la legislación relativa a las horas suplementarias, el no ingreso de las cotizaciones a la seguridad social y diversos problemas de salud y de seguridad que no están siendo abordados. Los trabajadores se han quejado de los contratos precarios que se ven obligados a firmar y de despidos arbitrarios. Fetra Lovasoa, Secretaria General de la Fédération des syndicats des travailleurs des entreprises franches, ha comparado las condiciones de trabajo a la esclavitud moderna. Los sindicatos están activos en unas 60 empresas francas, mayoritariamente en el sector textil. La tasa de adhesión sigue siendo limitada, entre el 10% y el 14% de la mano de obra (en su mayoría mujeres), lo que suma un total de en torno a 5.000 trabajadores. El Gobierno anunció en julio su intención de crear 100.000 puestos de trabajo más en las zonas francas a lo largo de un período de cinco años.